Los jugadores rumbo a la concentración en Nordelta.
Cada vez falta menos para volvernos a ver. El domingo a partir de las 16.30 el país entero se paralizará para vivir, una vez más, la fiesta máxima del fútbol. En la cancha habrá choque de necesitados: River debe ganar para no alejarse de la lucha por el campeonato, mientras que Boca es consciente de la mala producción realizada hasta el momento y quiere levantar cabeza ante su gente.
Pero es superclásico siempre va más allá de presentes brillantes o de rachas adversas. Los hinchas saben que deben hacer su parte y aún sienten la espina clavada de ese empate agónico de Boca en su última visita al Monumental. El hincha anda con sed de revancha, por eso vive la previa con muchas expectativas y da rienda suelta a la ilusión.
La fiesta comenzó el viernes, cuando 12.000 hinchas riverplatenses hicieron explotar el Luna Park para el estreno de "Esos colores que llevas", una película de Federico Peretti que narra la hazaña del 8 de octubre de 2012, cuando la bandera más larga del mundo copó la ciudad de Buenos Aires.
Dicen que la pasión no entiende de fronteras, por eso los hinchas de River Plate que viven en Nueva York también hicieron sus planes para vivir el superclásico de manera especial y sentirse cerca estando lejos.
Hinchas, jugadores y cuerpo técnico son conscientes de que River no puede seguir dejando puntos por el camino. Por eso, mañana habrá que dejar la vida para seguir prendidos y para darnos una alegría que nos viene haciendo falta.
Que gane River y todo el año es carnaval.
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