River y otro tropezón

River volvió a demostrar déficit en el juego colectivo y perdió como local 2 a 1 ante un Colón que esperó agazapado su momento.

En el primer tiempo River fue amplio dominador del encuentro, tal es así que el conjunto santafesino no cruzó mitad de cancha y Barovero no intervino en el juego. Sin embargo, más allá de tener el 69% de posición del balón le costó hilvanar situaciones de gol y se encontró con un muro llamado Germán Montoya.

            El conjunto dirigido por Ramón Díaz tuvo su primera ocasión clara en los pies de Rodrigo Mora tras una buena jugada colectiva que concluyó con el disparo del uruguayo y la muy buena respuesta del arquero sabalero. Ésta fue una de las pocas situaciones netas con las que contó River, ya que después sólo fueron aproximaciones y puro toqueteo lateral o para atrás buscando espacios que finalmente aparecieron poco y nada.

            Colón esperó agazapado en su campo, le entregó la pelota a River – que poco pudo hacer con ella- y buscó lastimar con algún contragolpe. Eso jamás ocurrió ya que el equipo santafesino no cruzó la mitad de cancha durante todo el primer tiempo, perdía la pelota fácilmente y le era más cómodo no tenerla. 

            La primera mitad terminó igualada pero con la sensación de que el conjunto local merecía un poco más, pero ninguno de los dos pudo lograr la ventaja.

            Durante la segunda mitad La Banda siguió con el dominio del balón, pero Colón convirtió en su primera llegada al arco de Barovero. Todo nació de un pelotazo cruzado que sobró a Vangioni y que, tras un par de rebotes, terminó en gol del Sabalero: Curuchet la empujo en la línea. 

            River siguió yendo en busca del empate, pero se encontró con las manos de Montoya. Primero tras una buena jugada elaborada el arquero despejó al corner un zurdazo de Vangioni, y después un bombazo de Ponzio de afuera del área. Sin embargo, el que llegó al gol fue el conjunto santafesino de la mano de Rubén Ramirez quien se encontró con la pelota en la segunda jugada de un tiro libre ejecutado desde el costado derecho de la defensa local y colocó la pelota por encima del arquero.

            Ramón Díaz utilizó los tres cambios: ingresaron Osmar Ferreyra, Matías Kranevitter y Giovanni Simeone en lugar del Lobo Ledesma, Rodrigo Mora y Ariel Rojas.  La presencia tan ansiada de Teófilo Gutiérrez no cambió demasiado en cuanto al juego: se nota que le falta ritmo y entenderse con el equipo, pero desde su primer partido rindió con su cuota de gol.

            El descuento del colombiano llegó tras una buena combinación por el andarivel izquierdo entre Vangioni y Ferreyra que concluyó con un centro del Malevo que alcanzó a desviar Manuel Lanzini en el primer palo y por detrás la empujó Teo. Los últimos minutos fueron puro empuje millonario, tal es así que la última jugada aún sigue siendo dudosa ya que el centro del Piri dio en la mano de Oscar Carniello, pero el árbitro Fernando Etchenique la calificó como "casual". 

            El juego es algo que sigue en deuda y por lo que deberán seguir trabajando.  River aún está a tiempo de reaccionar para no alejarse más de la cima del torneo,  aunque con solo 4 fechas disputadas ya se encuentra a 6 unidades del líder Newell's.

FIN DE UNA RACHA

Con la derrota de hoy, se cortó la racha sin derrotas en el Monumental que tenía Ramón Díaz.  Fueron 41 partidos donde el riojano se hizo imbatible de local. La racha comenzó con un empate 1-1 justamente ante el verdugo, Colón de Santa Fé, y la última derrota había sido ante Racing, por el torneo Clausura del '99, por 3 a 2.

YA PUEDE CONTAR CON FABBRO
El enganche ya cumplió la fecha de suspensión que adeudaba tras la expulsión frente a Rosario Central y está a disposición de Ramón Díaz para el encuentro del domingo ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro.

Twitter: @belukhaves

El primer paso copero

Con un gol de Jonathan Maidana, River venció a San Lorenzo por 1-0 en condición de visitante y se encuentra en ventaja de cara al partido de vuelta en el Monumental.

River cambió la cara y se llevó un triunfo muy importante del Bajo Flores. Consciente de las evidentes carencias ofensivas -con Teo inhabilitado y Mora falto de ritmo-, Ramón Díaz pensó el partido con inteligencia y el equipo supo aprovechar la pelota parada para ponerse en ventaja con el que fue el único remate al arco. 

Las circunstancias obligaron al equipo a tener que amoldarse a un juego al que no está acostumbrado, pero en base al sacrificio y la solidaridad desplegada por cada jugador se logró manejar la pelota y los tiempos en gran parte del encuentro. El Millonario se mostró sólido en defensa, batallador en el medio y casi nulo en ataque. 

River llegó al Nuevo Gasómetro con el cuchillo entre los dientes. El primer tiempo fue una demostración de actitud por parte del conjunto de Núñez, que se propuso ganar el mediocampo a fuerza de marca, presión e intensidad. Con un gran despliegue de Ledesma y una seguridad inquebrantable por parte de Balanta, La Banda se plantó con decisión y sacrificio en conjunto. Vangioni también fue clave, volviendo loco a Buffarini y ganando constantemente en velocidad por el costado izquierdo. 

Otro que tuvo una gran noche fue Manuel Lanzini, mostrándose como una clara opción de descarga rápida y realizando un gran esfuerzo al no dar ninguna pelota por perdida. De hecho, fue una acción individual del enganche la que derivó en el tiro libre que culminó en gol. Fabbro -se mostró muy lento y no tuvo una buena actución- envió un centro preciso que, luego de un rebote por un grosero error del arquero Álvarez, Maidana terminó empujando al fondo de la red.

La segunda mitad fue bastante distinta: River bajó la intensidad y San Lorenzo se mandó para adelante en busca del empate. Pero el conjunto local se mostró muy apurado y nervioso, por lo que no terminó de buena manera los numerosos ataques que se le presentaron. Complicó bastante con el ingreso de Verón, que extenuó a Vangioni y obligó al ingreso de Ramiro Funes Mori, que sufrió por sus varios meses de inactividad.

La falta de claridad del Ciclón y la aguerrida defensa Millonaria desembocaron en el 1-0 definitivo. El partido estuvo lejos de conformar el estilo de juego que identifica a La Banda, pero sin duda en esta oportunidad el resultado era más importante que las formas. La victoria sirve para tomar confianza, ponerse en ventaja en la serie y dar el primer paso copero con una sonrisa.

El partido de vuelta se jugará el jueves 5 de septiembre a las 19.30 en el Estadio Monumental.

Un empate con sabor a poco

River volvió a jugar mal y sólo se trajo un punto de su visita a Mendoza. El millonario, preso de su escasa fluidez de juego, mostró una pálida imagen y sigue sin lograr una victoria en condición de visitante desde la fecha 10 del certamen anterior.

Desde el viernes se veía venir que, otra vez, Ramón Díaz no podría contar con los delanteros que tanto necesita, ya que Rodrigo Mora  y Teófilo Gutiérrez no fueron habilitados para este encuentro. Sin ellos disponibles eligió a Giovanni Simeone para el ataque, quién otra vez quedó muy solo en la ofensiva del millo y contó solamente con una situación clara de gol en la que el arquero, Jorge Carranza, respondió de forma excelente ahogándole el primer grito al Cholito.

River comenzó errático el encuentro, en parte debido a las propias imprecisiones del conjunto de Núñez y también producto de la presión asfixiante que propuso desde el inicio el conjunto mendocino.  Esto obligo al millonario a recurrir continuamente al pelotazo hacia Simeone quién nuevamente sufrió la falta de compañía en ataque.

Durante gran parte del partido Godoy Cruz dominó el medio campo y a partir de allí tuvo sus mejores ocasiones que se encontraron con el impenetrable Barovero.  El jugador que más hizo dudar a la defensa millonaria fue el movedizo Facundo Castillón, quién contó con dos claras situaciones de gol que terminaron en las manos del arquero.

El equipo dirigido por Ramón Díaz no solamente se sufre la falta de gol – uno en tres partidos- sino también en el pobre nivel de juego que ofrece el equipo y las pocas situaciones que genera con juego colectivo de cara al arco rival. Cuando Ledesma no está en sintonía el equipo carece de claridad para ese primer pase del medio campo hacia adelante y si a esto se le suma el flojo nivel que sigue mostrando Ferreyra y la escasa participación de Carbonero en el circuito de juego.

 Es así que River recién apareció en el encuentro a los 25 minutos cuando el colombiano logró desnivelar por el andarivel derecho y colocó un centro rastrón para la llegada de Giovanni Simeone, quien conectó el balón pero el arquero del Tomba le ahogó el grito haciendo gala de sus reflejos. A los pocos minutos los de Núñez volvieron a tener otra ocasión de gol en los pies de Manuel Lanzini que pateó desviado por encima del travesaño.  Y la otra del primer tiempo fue producto de un disparo desde afuera del área de Fabbro que logró despejar Carranza.

River volvió a dejar dudas en todas sus líneas. Por momentos la defensa estuvo dubitativa y los salvó –otra vez- la brillante actuación de Marcelo Barovero,  quién nuevamente fue la figura de River.  En el medio campo Osmar Ferreyra sigue dejando dudas, no sólo por su pobre nivel futbolístico sino también porque le tapa la subida a Vangioni,  esto quedó en evidencia cuando en el complemento ingresó Ariel Rojas y se lo vio más suelto al Piri. Por su parte, en la ofensiva no encontraron su lugar en el partido ni Fabbro ni Manuel Lanzini, esto dificultó la creación de juego y el abastecimiento al único punta Simeone.

En el segundo tiempo  la victoria pudo ser para cualquiera de los dos. Godoy Cruz bajó el nivel de presión y le cedió pelota y campo a River, que no lo supo aprovechar y casi no generó peligro al arco de Carranza. Tal es asi que la jugada más peligrosa fue para el arco millonario cuando, tras un centro, la pelota superó a Trapito y Maidana pudo despejar en la línea.

Aún queda mucho por mejorar y las habilitaciones de Mora y Teo pueden ayudar,  sin embargo ellos no son la salvación. Pueden aportar un plus especial, si. Pero el problema no está únicamente en los delanteros, sino en cómo les llegan las pelotas a ellos, en las escasas situaciones que se generan colectivamente.

River preso de su inestabilidad ya obtuvo los tres resultados posibles: una derrota, un empate y una victoria. Contra el Tomba dejó pasar 2 puntos más en la lucha por el campeonato aunque todavía hay margen para levantar.

Lo más negativo está en lo que le cuesta al equipo ganar en condición de visitante ya que no lo hace desde la décima fecha del Torneo Final 2013 ante este mismo rival en Mendoza.  Ahora es momento de poner la cabeza en el partido ante San Lorenzo por la Sudamérica en busca de un buen debut en la vuelta del millonario a éste certamen. 

 

VUELVE EL CANJE FRENTE A COLÓN

Nuevamente los hinchas de River deberán someterse al sistema de reserva de entradas por Top  Show, aunque esta vez sólo será para quienes deseen concurrir a las plateas San Martin y Belgrano Altas.

PARA LA SUDAMERICANA, CHICHIZOLA +10

El jueves River visitará a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro en el marco del partido de ida por la Copa  Sudamericana.  Para ello Ramón Díaz sabe que no podrá contar con el arquero Marcelo Barovero, quien debe cumplir la sanción que adeuda por la expulsión frente a Santos con la camiseta de Vélez, y su lugar lo ocupará Leandro Chichizola.

¿VIENE MENSEGUEZ?

Diego Turnes ratificó que Ramón Díaz le pidió la incorporación del ex delantero de River que hace dos años que no juega por problemas en su rodilla. Sin embargo, aclaró que la negociación aún está “verde” y que dependerá de si la AFA les permite hacer una incorporación fuera de término ya que el mercado de pases en argentina cerró el 1/8. 

A 35 años del debut de Ramón

Por @MELIKLATE

“Mi papá me contagió la pasión por River y la pelota, pero murió antes de que debutara en Primera”. Esta es la gran tristeza y el mayor lamento que tiene Ramón Ángel Díaz en su vida o, quizás, el mayor reproche que le haga a Dios todos los días.

Su padre, Ramón Bertolo, falleció a causa del mal de Chagas un año antes al debut de su hijo, de por entonces 21 años, que debido a sus cualidades, ya se vislumbraba que iba a quedar en la historia y en el corazón del club Millonario. El día soñado fue el 13 de agosto de 1978. El Pelado -como lo llamaba su tío desde chiquito por falta de cabello en la cabeza- vestía la tan ansiada casaca del club de sus amores contra Colón, en cancha de Huracán.

La vida se encargó de no allanarle el camino al oriundo de La Rioja. Esa coraza y fortaleza con la que se lo observa  a diario es fruto del pasado. Su único y gran objetivo era proteger a  su madre Nélida Molian de Díaz -La Juani, como le decían  los más allegados-. No iba a permitir que su madre pasara hambre y nostalgia  por la tan repentina muerte de Don Ramón, por eso la trajo a Buenos Aires a vivir con él.

Pícaro desde pequeño, se escondía debajo de la mesa para escuchar los partidos de River por la radio eléctrica de la cocina de su tía donde vivía. Contó alguna vez que ella no lo dejaba escucharlos porque la euforia controlaba su cuerpo en esos 90 minutos de juego.

Dos semanas antes de cumplir 16 años pudo gritar por primera vez “River campeón”, con aquel legendario gol de Rubén Norberto Bruno a Argentinos Juniors en cancha de Vélez el 14 de agosto de 1975. Ramón fue uno de los 55.000 hinchas que coparon el Amalfitani, obviamente, escapándose de su tía.

Con ese egocentrismo que tanto lo describe llegó a coronarse campeón no solamente en River, sino también en Francia, Italia y con el seleccionado juvenil, formando una temida dupla ofensiva junto a Diego Maradona.

Colgó los botines sin mucho convencimiento. No estaba de acuerdo con que el amor entre River y él se terminara o, al menos, él no quería que fuera de esa manera. Se iba de la cancha con la ilusión de regresar y ubicarse detrás de la línea de cal para seguir defendiendo a esa banda roja que le cruza el corazón. El Pelado se encuentra cumpliendo su tercer ciclo como entrenador del conjunto de Núñez. Es evidente que el amor para toda la vida sí existe. Y Ramón cumplió su objetivo en la vida: a La Juani jamás le faltó nada.

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Un día como hoy pero de 1978 debutaba en la Primera de River Ramón Ángel Díaz. El Técnico era Ángel Labruna, quien luego lo definiría de la siguiente manera: “A Ramón Díaz lo voy llevando de a poco. ¡No, qué va a ser el sucesor de Luque ni de Alonso! Ese chico es el sucesor de Labruna! ¿No vieron cómo define?”. El Pelado ganó 5 títulos como jugador y 7 como entrenador, incluyendo una Copa Libertadores. Jugó 175 partidos con la banda y gritó 84 goles.

River debutó de la peor manera

River Plate comenzó el Torneo Inicial 2013 con el pie izquierdo. La improvisación en el ataque, la carencia de ideas futbolísticas, la buena actuación del arquero rival y algunos errores arbitrales fueron los desencadenantes de la primer derrota millonaria en el semestre.

La falta de referentes ofensivos ya hacía pensar que no sería una jornada fácil para el conjunto de Núñez. Pero el nerviosismo, los errores y hasta el esquema implementado hicieron que River padeciera su visita a La Plata. Ante la ausencia de Teo y Fabbro, Ramón debió improvisar con Lanzini y Simeone -hizo su debut oficial- como únicas cartas en ataque. 

Desde el comienzo, Gimnasia se dedicó a presionar en mitad de cancha, ocasionó que River no pueda salir jugando y deba recurrir al pelotazo. Y, aunque el Millonario dominó en varios pasajes del partido, nunca encontró un jugador que pudiera culminar las jugadas en el área rival. 

Lo de la Banda fue poco claro y sólo logró un puñado de ocasiones para marcar: un tiro de media distancia de Carbonero, una pelota que Maidana no pudo capturar luego de un tiro libre de Ponzio, un cabezazo de Lanzini y otro de Simeone. A la mala producción del conjunto visitante se sumó el penoso arbitraje de Diego Ceballos, quien a fuerza de faltas, laterales e interrupciones fue inclinando la cancha a favor del local. El colmo sería un claro córner a favor de River que no fue sancionado y, luego del saque de arco, culminó en el penal -inexistente- a favor del Lobo. Buena ejecución de Licht que significó el 1-0 definitivo.

Barovero volvió a mostrar seguridad en cada intervención. Por otro lado, la defensa parece no terminar de acoplarse: Mercado errático como siempre, Maidana muy lento, Balanta muy solo y Vangioni con muy pocas chances de proyección. Carbonero tuvo un buen estreno y pareció, por momentos, el único que supo cómo jugar el partido. Ledesma se mostró muy impreciso y Ponzio bastante desordenado, no logran complementarse y se molestan mutuamente. Ferreyra puso voluntad pero se quedó en una tibia intención. Lanzini fue el más claro pero se diluyó con el pasar de los minutos. Simeone estuvo demasiado solo y sin muchas oportunidades: la única clara, culminó en un potente cabezazo que el arquero contuvo de gran forma.

El equipo Tripero se quedó con los tres puntos sin haber hecho más que su rival y valiéndose de la gran actuación de Monetti. River pagó caro el haberse desprendido de sus delanteros sin tener alternativas a las cuales acudir y, sobre todo, lamentó la falta de eficiencia y velocidad en la contratación de sus refuerzos. Jugadores inhabilitados, dirigentes improvisados y la falta de inteligencia en todas las líneas son algunos de los factores que llevaron a River a toparse con su peor falencia: el gol. 

Teniendo en cuenta lo hecho por su rival, el Millonario no mereció perder. Pero bastante lejos estuvo de su mejor versión y deberá trabajar muchísimo para encontrar un funcionamiento colectivo y un patrón de juego que se adapten al equipo. Más allá de factores externos, jugadores y cuerpo técnico deberían hacer una autocrítica y darse cuenta de que deben reemprender el camino de manera urgente.

River comenzó el semestre con una decepción, pero queda mucho recorrido por andar. Y no hay tiempo para lamentarse: en sólo cinco días se viene Rosario Central.

SIN CANJE
Finalmente, se confirmó que los socios podrán ingresar al Monumental con su carnet -cuota al día- el próximo viernes a las 21.15 cuando River reciba a Rosario Central.

¿PARA CUÁNDO?
Tanto Jonathan Fabbro como Teófilo Gutiérrez vieron el debut de River desde la tribuna del Bosque. Debido a la complicada situación financiera, River le debe impuestos a la AFIP, por lo que no se le permite girar dólares al exterior. El Millonario aún no pudo saldar su deuda con Cruz Azul, por lo que el conjunto mexicano no envió el transfer para la habilitación del jugador colombiano. La situación de Jonathan Fabbro es un poco más optimista: la AFA habría intervenido para hacerle llegar el dinero a Cerro Porteño y, de esta manera, el club paraguayo enviaría la habilitación en las próximas horas. Lo más probable es que el enganche esté en cancha frente a Central.

ENROQUE DE URUGUAYOS
Finalmente, Rodrigo Mora regresará a River. El conflicto por el cupo de extranjeros llegó a su fin: Carlos Sánchez continuará su carrera en el Puebla de México y, de esta forma, destrabará la llegada de Mora a Núñez. Además, la operación también incluye a Rogelio Funes Mori, quien pasará al Benfica como parte del pago.