Como todos los torneos, River se puso el traje de candidato. Pero esta vez, como hace varios años no pasaba, volvió a pelear un torneo hasta el final. Ramón Díaz, el técnico más ganador de la historia del club, regresó para ser protagonista y devolverle al equipo el hambre de gloria luego del vertiginoso período que le tocó atravesar.
El Millonario se
mantuvo en el podio durante todo el camponato, pero se sostuvo siempre entre
los tres primeros más por errores de sus rivales directos que por aciertos
propios. Cuando quedó a tiro del puntero y necesitó ganar, no supo o no pudo
hacerlo. Por tal motivo, la pelea cabeza a cabeza con Newell's y Lanús se tornó
algo engorrosa y dependió siempre de que los otros dejaran puntos en el camino
para poder mantenerse en la discusión.
La
campaña de River tuvo el sello de la irregularidad. Protagonizó partidos
aceptables y momentos de buen fútbol, como en las victorias ante Racing o
Atlético de Rafaela. Pero así como ganó, también empató o perdió sin muchas
explicaciones. Jugó sus peores partidos contra San Lorenzo y Argentinos
Juniors, y sufrió una goleada en su visita a Lanús. Padeció sus peores
actuaciones en condición de visitante, pero logró volver a hacerse fuerte en el
Monumental, algo que no había pasado el semestre anterior.
La
temprana eliminación de la Copa Argentina también fue un foco de conflicto. Un
River volcado al Torneo Final subestimó a un Estudiantes de Caseros que quería
hacer historia. Esto obligó al conjunto de Núñez a poner todas sus energías en
lograr el tan ansiado objetivo de alcanzar un nuevo título.
El
equipo sufrió la falta de una idea futbolística que se mantuviera a lo largo de
los partidos y el juego asociado tampoco abundó. Fueron las acciones
individuales las que ayudaron al equipo a mantenerse entre las primeras
colocaciones y pelear hasta el final. Pero la falta de referentes, conductores
y goleadores terminó haciéndose notar.
La
goleada 5-1 propinada por Lanús obligó a River a conformarse con el
subcampeonato. Sin embargo, no todas son malas noticias: el equipo de Ramón
Díaz logró clasificarse a la Copa Sudamericana y se aseguró la vuelta al plano
internacional luego de cuatro años.
El
objetivo a futuro será cumplir con las expectativas en la Sudamericana y volver
a ser protagonistas en el plano local. Los que lleguen y los que se vayan serán
el principal tema a tratar en el corto plazo. River sueña con refuerzos de
jerarquía para poder recuperar su estilo y mantenerse en la discusión.
Los aires de cambio ya se respiran en
Núñez y, con el retorno del Pelado, las cosas parecen
encaminarse en el club millonario. Los hinchas depositan su
confianza en el entrenador y este, a su vez, logra quitarle presión a sus
dirigidos. De la mano de Ramón Díaz, River sueña con volver a ser.
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