sábado, 8 de febrero de 2014

Un amor de verano





El fondo de la tabla y el juego mostrado durante el campeonato pasado dejaron al mundo River sumido en la incertidumbre. Es por eso que, con una nueva Comisión Directiva al mando, Ramón Díaz y compañía debían afrontar el nuevo año con un lavado de cara total. El primer desafío del proyecto "reconstrucción" era la pretemporada de verano y, por supuesto, los tres Superclásicos.

La Banda marchó a Tandil con aires renovados y la mochila llena de expectativas. Al Cuerpo Técnico ya conocido, se sumaron Enzo y el Beto, dos ídolos que volvieron a su casa para sumar su granito de arena. Y tanto su aporte como su apoyo se hacen notar. La Feliz fue la primera parada, que dio como resultado dos empates 1-1: ante el Pincha con mayoría de suplentes y el primer duelo ante los primos. 

Pero el plato fuerte se viviría en Córdoba y Mendoza. En las tierras del fernet y el vino la fiesta fue toda "millonaria". Las tribunas, colmadas de los colores rojo y blanco, trasladaron la pasión hacia la cancha, donde los jugadores (por fin) parecieron entender el mensaje. River pasó por encima a un Boca sin rumbo y selló la alegría veraniega: 2-0 en Córdoba con goles de Lanzini y Menseguez, y 2-1 en Mendoza con tantos de Mercado y Teo. El de ellos lo marcaría el Cata Díaz, en una noche en la que (San) Barovero se pareció más a un ser humano. Fiesta y delirio riverplatenses.

La pretemporada culminaría con dos amistosos más para que los pibes puedan mostrarse y hacer sus primeras armas. Uno fue derrota en Salta ante los titulares de San Lorenzo y el otro una victoria ante un seleccionado de San Luis. El temporal que azotó la provincia puntana obligó a suspender un encuentro plagado de inconvenientes y forzó al entrenador y algunos jugadores titulares a perder varios días de entrenamiento en la semana previa al debut por los puntos.

Hoy las cartas ya están echadas. El domingo, en el Monumental, River comenzará a desandar una nueva aventura plagada de obligaciones y exigencias. Con una institución en coma y gravemente comprometida en el aspecto financiero, es necesario que las cuatro patas se tomen de las manos y tiren para el mismo lado. Dirigentes, cuerpo técnico, jugadores e hinchas saben que el Millo se juega un semestre importante. Hace falta alimentar a la historia, que pide a gritos algún logro deportivo. Las vitrinas esperan, de todos nosotros dependerá que este no haya sido tan solo un amor de verano. 



No hay comentarios.:

Publicar un comentario